Ya conocéis mi amor por las fantásticas ciudades del antiguo bloque comunista: Verdes, alegres, gentes amigables, cuidadas...(irónico). Pero esto es distinto. Hemos vivido en 2 ciudades que por unas cosas y otras, me han parecido diferentes al bloque general del antiguo telón de acero.
Repito equipo de viaje: Tamara, Bárbara, Gloria, Emilio y yo, (Monika la eslovaca se unió en Bratislava). Empezamos el rumbo a Cracovia (Polonia) el jueves 17 de marzo. Si, muy lejos, muchas horas, y como siempre, cuanto más lejos de Eslovenia, Austria etc… peores carreteras.
Entrada a la zona antigua de la ciudad de Cracovia
Llegando a las 20:00h a Polonia poco se puede hacer, tan sólo buscar un sitio donde cenar rápido, y salir a buscar un bar donde poder probar la cerveza “Okocim”, realmente buena, me recordaba a las alemanas de trigo, tipo Franziskaner. Qué decir del precio… en el sitio más caro, 8 zlotys, al cambio, unos 2 euros. Medio litro.
En ésta torre en la plaza principal, cada hora en punto empieza a sonar unas notas de trompeta, que significaba un ataque de la ciudad. Tradicionalmente, termina de sonar en el momento en que el encargado de tocarla, recibió el flechazo que le impidió seguir avisando del ataque.
A la mañana siguiente, madrugamos relativamente, para poner rumbo a Auschwitz, nombre alemán puesto al pueblo Oswiecim. También es el nombre del complejo de campos de trabajo-concentración-exterminio (según los nombres que se le han dado) de la región, conocidos por historia, y más por películas.
Consta de 3 campos.
- “Auschwitz I” el campo inicial, antiguo recinto militar del aniquilado ejército polaco. (por un momento, me he situado en el 1 de septiembre de 1939, inicio de la 2ª guerra mundial). Aquí es donde estaban los primeros presos, principalmente por pertenecer al ejército soviético y a la resistencia polaca. En la entrada hay un cartel que reza: “El trabajo os hará libres” (Arbeit Macht Frei).
- “Auschwitz II – Birkenau”, 4 o 5 veces mas grande, construido por los trabajadores de “Auschwitz I”, y donde entraba el tren de mercancías cargado con nuevos prisioneros, ésta vez traídos de toda Europa. Mayoritariamente judíos, recogidos de los guettos de las ciudades, con el propósito de trabajar en las fábricas cercanas. También llamado esclavitud. No voy a explicar nada de eso, porque ya todo el mundo sabe la historia. Pero puedo dar algún dato: Los guardias al recibir a los judíos según llegaban decían que la única manera de salir de ahí era por las chimeneas… pero no es del todo cierto, se lograron escapar 140 personas (no a la vez) de distintas maneras, todas ellas siendo perspicaces y necesitando de acciones muy arriesgadas, como robar 2 uniformes de militares alemanes.
- “Auschwitz III” No nos llevaron en el tour turístico… creo que es más de lo mismo.
A una hora de Cracovia, decidimos comer allí, y por la tarde – noche nos encontramos, previamente hablado, con unos amigos de Bárbara, madrileños por el mundo como nosotros, que nos invitaron a sus planes, y a dar una vuelta por la noche por cervecerías del barrio judío. Pudimos ver estas escaleras, protagonistas de una escena de la película “La lista de Schindler”, que todos conocéis. En efecto, la mayoría de las tomas exteriores fueron rodadas en el barrio judío de Cracovia.
En los bares de este barrio, encontramos otra vez cerveza barata y de calidad… me gusta Polonia.
Pero tenemos un límite… y nos fuimos a casa pronto, al día siguiente sábado, teníamos que ver el castillo de Cracovia. Con agua – nieve nos levantamos, y así seguimos toda la mañana, en el castillo, hacía mucho mas frío, pero merecía la pena ver la fortaleza de una antigua ciudad medieval… típica de dentro Europa, pero con un encanto especial, que no tienen las demás. Notable para Cracovia….
Camino largo hacia el sur, destino Bratislava. Monica, ex erasmus en Ljubljana, residente en Surany, (sur de Eslovaquia) nos esperaba allí para visitarla, después de su partida de Eslovenia, y para enseñarnos unos restaurantes de comida típica eslovaca, y el centro de la ciudad.
¿No os pasa que cuando os dicen que una ciudas es fea y asquerosa, te crean una imagen tan turbia que cuando llegas dices: Pues no me parece tan asquerosa, es hasta bonita…)?
Eso he pensado yo, porque nadie habla bién de una ciudad por la que pasa el río Danubio… y ya sabéis, el Danubio da algo a las ciudades que no todas tienen.. y es un ambiente imperial, comercial, antiguo y a la vez modernizado… no se, es pequeña, y con encanto. Para mí es Cracovia II (también tiene un castillo).
Puede que lo veo con buenos ojos, porque esta vez teníamos a una persona local autóctona de allí, y nos enseñó todo con claridad y efectividad. Lo mismo es eso, pero la ciudad me parecía también Ljubljana en grande. Y a Ljubljana la tengo cariño….
Fin del viaje, 5 horas en coche pasando por Viena y Graz, y llegamos a Ljubljana. El hombrecillo de la empresa de alquiler de coches ya me saluda como un amigo, pero el tío sigue sin hacerme descuento por fidelidad… en fin
Mi colega paparazzi, escultura en el centro de Bratislava
Y creedme, lo más cansado del viaje no es conducir, dormir poco, comer a deshoras y eso, lo más cansado y deprimente es llegar y tener la nevera vacía, y el cajón de ropa sucia lleno. Mañana toca currar: ir a clase, ir a comprar, pelearme con las chicas de mi bloque que nunca quieren soltar la llave de la lavandería….. bueno, en el fondo no me aburro. Por la noche saldré a tomarme algo y me tranquilizo, así no os doy la paliza a vosotros escribiendo más.
Bueno, si podéis ir a Polonia, no lo dudéis, tiene cosas que no veréis en ningún otro lado. Como que el parking en la calle empiecen a cobrar a partir de las 10, y que los bancos también abran a partir de las 10…. Luego dicen que los españoles trabajamos poco…
Una vez más, he 4 países en un fin de semana.... esto ya es normal para mí.... me alegro de poder contároslo!!!
Un abrazo!
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