martes, 10 de mayo de 2011

Prohibido quedarse en casa

El título lo entenderéis al final de esta entrada.

Para terminar su Spring Break, nada mejor que lluvia. Pero el último sábado, el 30 de abril, en el monte Roznik, que está justo al lado del parque Tívoli y Rozna Dolina, organizan una hoguera, con conciertos y carpas donde poder comer, beber, y pasar el rato. También sirve para escalar el monte este de noche, donde nosotros fuimos en bici y acabé reventando la rueda. No es recomendable ir en bici. Y lo curioso? antes de ir recibimos el consejo de Tanja: "No vayáis en bici". Pablo, Rubén y yo, no hacemos caso de consejos locales, y así pasó...

Pues bueno, la hoguera me la esperaba mayor, pero todo va en proporción con el país, si es pequeño, hoguera pequeña!
 

Inicio de las clases después de este descanso de más de 7 días. Ya la ciudad parece normal, hay gente por las calles y cada vez más turistas. Después de reencontranos con todos los erasmus de nuevo, y compartir aventuras de lo hecho en esa semana, tocan las primeras despedidas finales del 2º cuatrimestre! Sabíamos que ocurriría, pero nunca gusta aceptarlo.
Vuelta al mundo real de Esther, ex compañera mia de trabajo en Madrid. (Sí, las casualidades que me persiguen). Al igual que nos tuvimos que despedir de Jesús y Lucía. Atrás quedan pequeños viajecitos y tardes en el césped de Tívoli. También alguna que otra fiestecilla y concurso de bailes de Robot... Se os echará de menos!

Pero la vida sigue y mis ganas de visitar pequeñas cosas de Eslovenia me llaman.

El viernes después de clase, sin muchas ganas de volver a casa, Rubén, Tanja y yo, nos fuimos a un pequeño lago del norte de Ljubljana, no pertenece ya al término municipal, pero está muy cerca. Pudimos disfrutar una vez más de la naturaleza de este país tan verde, sin duda 100% natural.



Tan sólo con tomar un café al lado del lago (de nuevo con cisnes) uno se tranquiliza y olvida el estrés de la vida Erasmus en la ciudad. Pensaréis que exagero, pero tenía que decirlo: También nos estresamos!

Sábado por la mañana, es duro madrugar a las 12:00, pero si es para jugar al fútbol y pasar el día de pic-nic en el césped de Rozna Dolina, lo haces a gusto. También estuvimos jugando al volley playa, donde Alvaro de Alcorcón y yo, hemos demostrado que somos jugadores competitivos, me mantengo con un balance de 5 victorias y 0 derrotas hasta la fecha.... espero aumentar mi número positivo!

Como está prohibido quedarse en casa, con este sol tan rico que tanto echábamos de menos, una vez mas agarré la ingeniería SEAT, y Tanja, Mery yo pusimos rumbo a Kranj, seguido de Skofja Loka. Son unas pequeñas poblaciones del norte de Eslovenia (Kranj es la 4ª ciudad de aquí en tamaño), que están mas coloreadas de verde que sus vecinas del sur, pero no muy diferentes.
Como siempre, gracias a Tanja, la eslovena local guía turística, Mery yo pudimos disfrutar de esos pueblos sin perdernos.


El pueblo en sí, es bastante sencillo, es el municipio donde el famoso poeta esloveno France Preseren pasó sus últimos dias y murió.


Por lo demás, nos nos llamó mucho la atención excepto los ríos que pasan por allí. A mí me gustan mucho los ríos, más si están en su recorrido natural y en la montaña, lugar cercano a su nacimiento. Pues estuvimos en un lugar donde pudimos disfrutar de ellos de manera profunda, pocos coches llegan allí y menos con matrícula española...bastante bonito.



Calle céntrica de Kranj


Skofja Loka, que puede sonar a "Sofía la loca" tiene menos publicidad turística, pero merece más la pena que su vecina Kranj. Un centro histórico con mas vida, y quizás mas alegre, añadiendo un castillo. La anécdota del castillo fué siemple pero en el momento fué embarazosa: Lo vimos de lejos, peor al aparcar el coche en el centro, no lo encontrábamos y no sabíamos por dónde teníamos que ir. Como no encontrábamos gente joven a la que poder preguntar en inglés, Tanja fué como local a formular la pregunta en esloveno. La señora dijo: "mira, no lo ves? está ahí"

Castillo de Skofja Loka


 Visión general del pueblo desde el castillo

Verguenza no, lo siguiente. Se había escondido de nosotros y había aparecido luego? no lo sabemos. El caso es que sí, el castillo estaba a escasos 100 metros cuesta arriba desde la calle donde estábamos.... Skofja Loka 1 - Nosotros 0

Después de tomar un café, pusimo rumbo a casa, había que descansar para empezar de nuevo nuestra estresante semana!



Pero con éste sol, y buenas temperaturas, poco se puede uno parar en casa, y el lunes ya encontré algo que hacer: Una pequeña carrera de atletismo que consistía en subir al castillo desde la Plaza Preseren, la principal. 2,5 km de subida que no los olvidaré nunca. Laura, Jaime Zap, Jaime Gonz y Hugo (y pronto Jorge y Alejandra) lo podrán confirmar!



12 minutos 20 segundos y bueno, sensaciones no tan malas, teniendo en cuenta que mis piernas nunca están al 100% hasta mes y medio después del maratón de Madrid. Y sólo han pasado 3 semanas.

Por la noche, a casa? nooo, concierto en Rozna Dolina de un grupo esloveno, dando comienzo las fiestas que de Mayo que llaman. Se suponen que son deportivas y culturales, pero lo que yo ví desde las 9 de la noche, fueron solo competiciones de lanzamiento de impresora por la ventana, desaparición de bicis con candados cortados, lanzamiento de botellas.... todo un acontecimiento cultural.

Por lo demás, estaba todo el mundo aquí y fué bastante ameno. Aunque la fiesta grande es el miércoles 11 de Mayo, en un lugar más lejano de aquí, menos mal porque no lo soportaría 2 veces en una semana. De verdad.
Por supuesto mi coche está aparcado en un lugar apartado de estos peligrosos parajes, hasta que no vuelva todo a la normalidad.

Pero ante todo, lo que hay que señalar a estas alturas, es la energía con la que afrontamos los ultimos meses de Erasmus, pocas horas de estancia en casa, mucho sol que aprovechar, un coche que facilita las cosas, y sobre todo, agarrar el tiempo que se escapa, que te hace pensar que en esta vida (Erasmus) sólo estás de paso. Y efectivamente así es.

- Cada minuto que estás en la habitación, si no es para dormir o comer algo que acabas de cocinar, es un minuto que no volverás a repetir.

- Cada segundo que no ves a tu vecino, ese con el que has jugado al fútbol, has vuelto a las mil a casa por la noche, has viajado un fin de semana a un país que jamás volverás, y has hablado en inglés con él aún habiendo nacido en la misma ciudad, es un segundo menos en el que podrás reir.

- Cada persona que conoces aquí, es un motivo más para no querer irte.

Gracias por aguantarme, no os merecéis leer mis profundas deliberaciones acerca del fin del erasmus.

Un abrazo a todos! (Compartidlo que estamos en crisis)



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